martes, 27 de junio de 2017

Viviendas prefabricadas

Las viviendas unifamiliares prefabricadas

Condiciones urbanísticas y técnicas

Viviendas Prefabricadas
El primer servicio arquitectónico que se requiere para poder erigir una vivienda unifamiliar aislada prefabricada es un completo Estudio sobre las condiciones urbanísticas que afectan al solar. Aunque el solar cuente con todas las infraestructuras urbanas necesarias para su clasificación como Suelo Urbano Consolidado y aunque el uso de vivienda unifamiliar aislada esté permitido, las conclusiones del Estudio urbanístico pueden llevar a desechar unos modelos de viviendas en pos de otros, puesto que siempre cabe la posibilidad de que algunos modelos no puedan implantarse sin incumplir la edificabilidad máxima, la ocupación máxima, la altura máxima o la separación mínima a linderos públicos o privados. De hecho, también es posible que ninguno de los modelos que pre-fabrica una empresa permita su implantación sin incurrir en incumplimientos urbanísticos, con lo que no quedará otra opción que elegir a otra empresa distinta. Por ello, aunque las empresas pre-fabricantes de viviendas dispongan de arquitectos en plantilla, será siempre más prudente que el Estudio sobre las condiciones urbanísticas aplicables al solar sea redactado por un arquitecto independiente, porque de ese modo se podrá escoger, en base a las conclusiones, el modelo idóneo de vivienda entre todos los fabricados por todas las empresas proveedoras disponibles en el mercado.

Requisitos técnicos

En realidad, las llamadas “viviendas prefabricadas” nunca son totalmente prefabricadas, pues necesitan siempre de una cimentación y de unas infraestructuras técnicas necesarias para conectar las instalaciones a las redes urbanas de abastecimiento de agua, saneamiento, electricidad, telecomunicaciones y, en su caso, gas. Y eso sin contar con las obras que normalmente se necesitan para acondicionar el solar, como son el vallado, la pavimentación de accesos, el ajardinamiento o la instalación de piscina. Además, debido a que la vivienda puede pre-fabricarse en una localización muy distante, es posible que no cumpla la totalidad de los requisitos impuestos por la normativa técnica local, de modo que el modelo elegido puede requerir la incorporación de instalaciones adicionales, como la de ventilación o la de generación de agua caliente sanitaria mediante paneles solares, o que requiera aislamiento termo-acústico adicional en la totalidad o en parte de la envolvente edificatoria. De hecho, debido a la evolución constante de nuestra normativa técnica, cada vez más exigente, es muy posible que, aunque la empresa proveedora sea local, el modelo de vivienda fuese diseñado para cumplir requisitos técnicos que ya han quedado desfasados, con lo que será necesario implementar las mejoras que resulten exigibles. Por lo tanto, aunque optar por una vivienda prefabricada introduzca un alto grado de prefabricación en el proceso constructivo, lo cierto es que siempre será necesario acudir a los servicios profesionales de un arquitecto para que redacte un proyecto básico y de ejecución, obtenga el necesario visado colegial y dirija las obras. Y lo cierto es, también, que aunque la prefabricación pueda suponer un incremento en la calidad del producto final (si se elige bien el producto) y un acortamiento en los plazos de ejecución material, no supondrá un gran alivio para la carga de trabajo del arquitecto, al menos no en fase de proyecto, puesto que seguirá siendo imprescindible comprobar el correcto cumplimiento de toda la normativa técnica aplicable, así como diseñar, calcular, medir y presupuestar todas las mejoras necesarias para solucionar los incumplimientos que se detecten.


Arquitecto Daniel Trujillano

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