El acuerdo profesional
Formalizando el encargo
Cualquier negocio o relación profesional está obligada a ser
más exitosa y gratificante cuando existe una comprensión clara de las
expectativas de las partes. La relación entre cliente y arquitecto no es una
excepción. El acuerdo que usted firme con su arquitecto detallará el alcance y
el coste de los servicios que necesitará. La claridad en los servicios
profesionales, honorarios, plazos y procedimientos es vital para la relación
que usted va a establecer con su arquitecto. Normalmente, el contrato que le
ofrezca su arquitecto comprenderá un breve menú de servicios y una hoja de
condiciones relacionadas con el encargo.
Negociación
Una vez que se ha
alcanzado un acuerdo sobre el ámbito de los servicios y el plan de trabajo, su arquitecto
preparará y presentará una propuesta de honorarios para su consideración. Si la
propuesta de honorarios se acepta, ambas partes sellarán el acuerdo mediante la
firma del contrato.
En cambio, si usted decide
que los honorarios no encajan en su planificación económica, puede intentar discutir
la eliminación de servicios, reduciendo consecuentemente los honorarios hasta
que le resulten aceptables. Sin embargo, tenga en cuenta que si bien podría ser
tentador sencillamente seguir reduciendo niveles de servicio a fin de bajar los
honorarios profesionales, al final usted es el más interesado en asegurarse de
que su arquitecto sea capaz de proporcionar el nivel de servicio necesario para
protegerle a usted y a su inversión, y de que pueda alcanzar los niveles de
servicio establecidos por la profesión.
El contrato
Una vez que usted ha
establecido la gama de servicios que su arquitecto le proporcionará, los
honorarios que usted le pagará, y las demás responsabilidades que cada uno
tendrá relacionadas con el proyecto, será el momento de plasmarlo todo por
escrito. Su arquitecto puede redactar el acuerdo basándose en las negociaciones
y discusiones que usted haya mantenido con él.
Los contratos que
redactan los arquitectos suelen ser documentos estándar que han sido usados y probados
durante años, y que tratan de conseguir un equilibrio justo entre los intereses
del arquitecto y los de su cliente. Acostumbran a ser documentos flexibles que
pueden ser adaptados para cubrir un amplio repertorio de tipos de proyecto y
procedimientos.
El contrato que usted
firme con su arquitecto debe incluir los servicios a proporcionar, los
honorarios por esos servicios, las responsabilidades del cliente y los términos
y condiciones aplicables. Debe ser un documento equilibrado, que trate a ambas
partes justamente, y debe estar diseñado para evitar conflictos si se descubren
discrepancias entre las expectativas de cada uno. Es recomendable que el
contrato presente una estructura desglosada del trabajo a realizar y una lista
detallada de tareas para facilitar el desarrollo de los servicios. Una
estructura desglosada del trabajo define y personaliza mejor los servicios y
honorarios del proyecto. Además sirve como herramienta de gestión del proyecto
durante su ejecución.
Cuando reciba el
documento de contrato, es conveniente que dedique usted un tiempo a repasar
detenidamente su texto. Repase cuidadosamente cada cláusula para asegurarse de
que comprende los detalles, y aclare cualquier malentendido. En determinadas
circunstancias, puede ser aconsejable que solicite asesoramiento legal al
respecto.
Daniel Trujillano, arquitecto
http://www.arquitectotrujillano.com/lang1/home.html
Proyecto y dirección de obras de edificación
Daniel Trujillano, arquitecto
http://www.arquitectotrujillano.com/lang1/home.html
Proyecto y dirección de obras de edificación
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